domingo, 29 de abril de 2018

MIRANDO EL SEMAFORO. Bertha de León.


La autora de esta cosa es una de esas típicas señoras que publican libritos para que los vean en su círculo: hacen una presentación donde van todas las amigas y los parientes y luego terminan siendo repartidos en las reuniones sociales, regalados o desechados como el caso de este ejemplar, donde en la última página advierto con sorpresa que mandó a imprimir nada menos que 1,000 ejemplares. A diferencia de sus anteriores libritos, un poemario que no quisiera leer llamado "La paz esquiva" y uno de crónicas llamado "Los mejores 30 años de mi vida", ahora la doña se mandó con una especie de manual de recomendaciones para conductores, sazonado con algunas anécdotas y pequeñas imágenes de automóviles antiguos. Bueno, el resultado fue el esperable: tal autora, tal libro.




Aquí la doña (que me recuerda, no sé por qué, a una vendedora de turrones de la Avenida Tacna) ocupa papel que debería haber sido aprovechado en cosas más útiles, contando cómo fue que chocó con Pedrito Otiniano, o el caso del vecino que jamás lavó su carro cero kilómetros, o cuando Rosa María Palacios se cayó a un barranco, e incluso quejarse de que el diario "El Clarín" de Argentina le copió (seguramente mediante métodos de percepción extrasensorial) uno de sus artículos que ni siquiera ella misma había publicado sino que lo tenía solamente en la PC.
Pero lo que acabo de decir del artículo del Clarín no es tan alucinante como el "poema" que se lee en uno de los apartados, titulado "Pollitolandia". Luego de ver eso, queda claro por qué no quisiera leer el poemario que describo en el primer párrafo.


En la parte final termina agradeciendo por su participación en este libro a Batman, Cantinflas, Condorito, el grupo Kiss, la Chilindrina y hasta al Espíritu Santo. "No puedo con mi genio", dice. Bueno, yo tampoco, por eso le digo que su libro es algo que no tiene razón de existir y solamente lo hizo para darse el gusto. Eso sí, espero que sus amistades lo hayan disfrutado y que, aparte de los que regaló, ojalá haya vendido siquiera unos veinte ejemplares (aparte del mío, que me costó un sol en la cachina del costado de la Villarreal).

Bertha de León. "MIRANDO EL SEMÁFORO". Lima, 2010. Asociación Grupo El Principito. 120 pp.

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